Autor: Techlight

Inigualable.

Después de alguna que otra duda, el otro día me decidí por ella, Jenifer. Actualmente se encuentra en Palma de Mallorca, aunque varía su situación con otras ciudades como Barcelona.

La llame a primera hora de la mañana, y decidimos quedar para las dos. A las dos y diez me pidió ella con amabilidad y una voz que enamoraría a cualquiera. Cuando estuve abajo del portal indicado, la llamé por teléfono, y me pidió unos minutitos más, que se estaba acabando de duchar.

Cuando por fin me abrió la puerta de la finca subí hasta su piso y me encontré la puerta de su apartamento abierta, con velas por todo el suelo, y las luces apagadas, y detrás de la puerta apareció ella, como una sirena. Con un minúsculo tanguita rosa y un sujetador a juego con él.

Nos fuimos a su dormitorio, y después de acordar el precio por una hora. Me pidió que por favor me duchara.

Al salir de la ducha me era bastante difícil esconder mi excitación, y mi polla expresaba una emoción inusitada. Ella me esperaba encima de la cama. Se levantó y empezamos a besarnos. He aquí el único pero que podría ponerle, besa con poquita pasión, así que empezamos a sobarnos el cuerpo mutuamente, yo decidí desnudarla completamente, y empezar a chuparle todo su cuerpo. Los pechos algo duros, pero perfectos, y un cuerpecito perfectamente modelado.

Dejo escapar su polla al aire. Empecé a chupársela con un hambre descomunal, hasta conseguir una erección perfecta. Debía de pasar un gustazo por qué empezó a jadear y de repente cogió mi cabeza y empezó a moverse adelante y atrás para meter y sacármela de mi boca. Después de una buena mamada, le tocó el turno a ella que empezó a chupármela con mucha hambre, tanta que casi me corro en su boca. Pero preferí pedirle que me follara. Así que me puso a cuatro patas. Se colocó una goma y me lubricó bien, aunque no hacía mucha falta.

Me follo de tal manera que a los cinco minutos me corría por todos los lados, y ella se sorprendió del tamaño de mi eyaculación.

Tras unos minutos de charla y descanso, y una segunda ducha volvimos a las andadas, yo a chupar y ella también. Decidí follármela yo esta vez y realmente que fue un placer. Pero era tanto el deseo de que me volviera a follar que decidí parar y que me la metiera ella. Esta vez, mirándonos a los ojos. Encima mío me folló diez minutos que fueron una eternidad para mí. Verla ahí encima de mí, cogiéndome por las piernas y empujando a tope era fantástico, y como no al final me volví a correr por todos los lados. Es maravilloso llegar al orgasmos sin tocar una sola vez tu polla, genial!!!!!!.

El segundo y último pero es que no conseguí que se corriera. Me costó empalmarla y no conseguí comerme su leche. Pero otro día lo probaré.

Os la aconsejo a todos.

Publicado el February 09, 2017 at 12:00 am