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Relato Travesti Nuria Lewinsky - Sudando de lo lindo con Nuria Lewinsky


RELATO TRAVESTI ESPAÑA: Nuria Lewinsky - Sudando de lo lindo con Nuria Lewinsky
Autor: Asier007


Ya llevaba varias semanas mirando y remirando sus fotos en el catálogo de travestis. Cada vez le tenía más ganas, la verdad.
Aprovecho hoy lunes, que me lo había tomado festivo. El mes de agosto no me había dado muchas alegrías, salvo una visita previa a Isabelly Dior, de la que ya os hice partícipe, así es que me dije: vamos para allá, a vivir otra experiencia, y si vale la pena, luego la contaré en el foro. Soy partidario de contar todo lo bueno, dejando lo malo como una mala experiencia en el muchas veces nadie debe ser juzgado. Pero vayamos al tema que me desvío!
Lo típico: llamada, disponibilidad, atuendo (ese corpiño rojo, con ese tanga del mismo color que luce en la foto es espectacular!!! No os parece? ), Dirección. Voy para allá. Llego incluso ( la emoción, todavía?) 5 minutos antes, pero a Nuria no le importa. Me abre. Subo. Detrás de la puerta me espera. Incluso me tiene que pedir cerrar la puerta del ascensor, que me había dejado entornada. Entro, y ahí luce este monumento, no con el corpiño solicitado, pero con un sujetador y un tanga con muchas lentejuelas, que le sentaban de maravilla. Que pechos! Que culo! Un piquito con lengua, y cogiéndome del paquete me lleva a la habitación donde soplaba el aire acondicionado.
- Quiero hacerlo todo contigo, hoy. Comernos todo, follarnos, corrernos. Los dos. Sin parar. Y si, para ello necesitaremos una hora, porque este cuerpo lo tengo que disfrutar poco a poco.
- Lo que tú quieras, corazón. Te traigo algo para beber? Cerveza? Agua?
- No, preciosa. Solo te quiero a ti!
- algo de comer? ( creo que aquí me lo preguntó con toda la intención, ya que sabía la respuesta)
- Si, a ti te quiero comer.
Salió un momento, mientras yo me ponía cómodo.
Cuando regresó, se pegó a mí, dándome la espalda, incrustando mi polla (que ya estaba más que contenta) en ese pedazo de culo que sabía me estaba volviendo loco.
- Te gusta mi culito? Es todo tuyo, sabes? Y venga a frotarse como una perra en celo.
- Vamos a lavarnos. Y esta vez ya me cogió de la polla y me llevó al baño adjunto a la habitación. Ahí procedió a lavarme los bajos mientras me dedicada a probar su suave piel, en hombros, cuello y pechos.
Su lavado alegró aún más si cabe a nuestro amigo, con la mirada picara de Nuria.
- humm, creo que voy a disfrutar mucho yo también, dijo con una sonrisa.
Volvimos a la habitación y la abracé por la espalda, mordiendo su pecho y volviendo a hacer desaparecer mi polla entre sus imponentes nalgas. Doy fe: es lo que enseña en sus fotos. Un trasero de Oscar!
Mientras, se había desabrochado el sujetador, liberando dos pechos de matrícula de honor. Esos pechos le ponían haber hecho una cubana salvaje al mismísimo Holmes y su herramienta descomunal. Siguió deshaciéndose de su tanguita, y se dio la vuelta para besarnos, mezclando nuestras lenguas.
- De quién va a ser ese culito, me dijo, cogiéndome las dos nalgas con fuerza, a la vez.
- tuyo, todo tuyo, pero ese monumento también ha de ser mío, hoy, eh?
Sin saber cómo, se me había ya la mano a su miembro, que permanecía en posición de descanso, y empecé a masturbarla, pero enseguida me pidió:
- Cómeme la polla, venga. Quiero follarte la boca bien follada.
Dicho y hecho. Me senté al borde de la cama, y deglutí su miembro, todavía tímido entre mis labios. Me dediqué de lleno en aumentar el volumen de su miembro, cosa que conseguí unos minutos más tarde.
- Abre bien la boca, ábrela bien que te quiero follar hasta el fondo.
Con su barra bien dura me estaba taladrando el paladar y casi la garganta, al punto de darme arcadas. Tiene una polla recta, delicada, suave, pero tremendamente activa cuando se pone en marcha. Y yo no podía parar de comerle la polla, los huevos, relamiéndome cada dos por tres por disfrutar de semejante manjar, y Nuria, cada vez más excitada, empujando con más violencia su polla dentro de mi boca.
Tras unos buenos minutos siendo follado por vía oral, nos tumbamos en la cama y nos regalamos un delicioso 69 donde se prodigó en caricias, lametones y chupadas a mi polla, mientras me volvía a follar la boca, pero esta vez boca arriba, y sin posibilidad de retroceso. Aproveché para dejar que mis dedos se fueran de paseo hasta su ojete, tras haberlos salivado convenientemente. Inserté el índice y luego el pulgar. Del respingo que Nuria Lewinsky pegó me metió la polla hasta la boca del estómago por lo menos!
Necesitaba meter mi cara ahí dentro, sentir sus nalgas alrededor de mis mejillas, mientras adentraba mi lengua dentro de ella. Dicho y hecho. Me incorporo un poco y empiezo un festín celestial, haciendo estremecer esas nalgas, ese pene (que no había soltado, aunque ahora estaba entre mis manos). Pero desperté la fiera que hay en ella y tras demasiado poco tiempo en el que le follé el ojete con total devoción me dijo, con la voz casi entrecortada por el deseo:
- Me has puesto a cien, y ahora ese culito ha de ser mío. Te quiero follar ya! Ponte a cuatro!
Evidentemente, no me hice de rogar. Esa era la siguiente etapa que esperaba cumplir. Dicho y hecho. Me pongo a cuatro, Nuria se enfunda una goma, me pone un poco de lubricante en la entrada del templo, y adentro! Como su tamaño es respetable sin ser exagerado, tuvo que emplearse con dulzura, ya que dolió un poco.
- Tranquilo. Relajado. Ya está casi, ya te la has tragado toda! Ya tienes toda mi polla dentro de tí!!!
- Si, ya la siento toda. Me llena. Me duele un poco, pero me siento lleno y me gusta también. Despacito, fóllame despacio, por favor.
- Claro que sí, mi amor. Me voy a dar todo como tú quieras. Me encanta notar tu culito en mi polla. Que caliente que está! Toma polla. Te gusta verdad? A que te gusta notarla toda dentro de ti? A mí me encanta follarte. Que gusto me das!!! Y Nuria se iba emocionando y entrando y saliendo cada vez con mayor violencia
- Sigue, sigue así, despacio, que te note entrar y salir. Sí. Me encanta como me follas!!!!
Pero Nuria Lewinsky se había desatado ya y no había forma de que me follara despacio, como le pedía, así que le pedí cambio de tercios. Ahora quería sentir yo el ojete que había follado ya con mi lengua y dedos alrededor de mi polla, que estaba como una piedra. Pero la quería ver cabalgándome, de cara, mientras jugaría con su miembro, sus tetas y su boca.
Dicho y hecho. Me tumbé boca arriba en la cama, me enfundó una goma y se sentó sobre mi polla, empalándose con ella en un santiamén. Y empezó la gran cabalgada. Primero con las rodillas dobladas, luego sentada con las piernas hacia mí y finalmente de cuclillas (mi preferida) donde podía ver como mi polla desaparecía en sus entrañas, mientras no paraba de gritar de placer. Por los espasmos que notaba de su ojete (que me la ponían aún más dura) creo que estaba disfrutando de lo lindo. Y yo también.
Pero también quería disfrutar de la visión de esas posaderas descomunales, darles unas buenas palmadas a la vez que mi polla horadaba su ojete. Complaciente, a mi petición, Nuria se incorporó y se puso a cuatro en el borde de la cama. Esa era una visión de foto!!!! Me hundí dentro de ella y empecé un metesaca de desenfreno, excitado por los gemidos de Nuria, las palmadas que le pegaba a esas nalgas de infarto y los espasmos que sentía alrededor de mi polla. Y qué manera de sudar (a pesar del aire)
Veía que podía correrme follándole el culo de la forma que lo estaba haciendo, pero quería correrme sintiendo su polla empalándome otra vez.
No sin antes volver a dejarme follar la boca por Nuria Lewinsky (para que su estaca volviera a coger potencia taladradora), cambios de gomas, y esta vez me tumbo boca arriba, un cojín en los riñones y piernas al aire. Nuria Lewinsky, de rodillas, y con mis piernas por encima de sus hombros, procede a penetrarme por última vez. De una sola vez, lenta pero segura, me vuelve a llenar de polla y esta vez la dejo bombear a su antojo. Yo ya tenía los pelos de punta, el culo destrozado de tanto placer, y el hecho de compartir los sudores con Nuria Lewinsky no hacía sino añadir un punto más de excitación. Se salivó una mano y empezó a masturbarme a la vez que seguía entrando y saliendo de mí con cara de vicio. Ante semejante visión, creo que no tardé ni cinco minutos en correrme profusamente en su mano.
Uffff. Demasiado. Le pedí que se corriera pero por lo visto su semen es algo muy cotizado y me tuve que quedar con las ganas.
A repetir con corrida suya, eso sí!!!
Gracias Nuria Lewinsky, eres un torbellino!!!
Huelgan más comentarios acerca del servicio, no?


Publicado el October 24, 2014 at 12:00 am

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